Actualizado 28 marzo, 2017
Pensar a la mujer. Una y otra vez, es un imperativo categórico para ambos sexo. En el caso de ellas, porque deben buscar mayor igualdad dentro de la diferencia; para ellos porque tienen que comprenden de una buena vez que no son superiores y que el mundo ha estado injustamente realizado por su mano. 49 imágenes con frases feministas hermosas, reflexivas e inspiradoras ¡No te pierdas la nota!
Imágenes con frases feministas inspiradoras
Abogar por un feminismo que no se enrosque en la violencia y la irrespetuosidad sin sentido, sino que busque la igualdad. No en la serialización, claro está.
La mujer es única, irrepetible, sin igual. Si se busca en la igualdad, siempre será bajo el signo de la diferencia ¿Y cómo se llama eso? Se le dice diversidad.
La mujer ha recibido violencias históricas en todo tiempo y sitio. Es lógico cierto extremismo, aunque ellas deben ser superadoras de todo ello.
Perdonar a pesar de la violencia, perdonar a pesar de la crueldad, la desigualdad, los malos tratos, el ser construidas como meros objetos a exhibir y tanto más. Sí, mujer, debes perdonar.
El hombre, conocedor de este tópico, no puede hacer más que admirar a las mujeres: histéricas, sexuales, seres para otros, ocultas de la historia, fuera de la economía, dueñas del hogar, sin poder, llenas de astucia y así podríamos seguir. Para quienes no lo comprendieron, aquí no se habla de algo positivo, sino todo lo contrario. Pero ellas siguen adelante.
El hombre ha llegado a tan extremo de egocentrismo que incluso ha pensado el sexo femenino como una inversión del masculino o, mejor dicho, un no sexo que funciona con el masculino.
Respeto por las mujeres, siempre. Enseñar desde la temprana edad que son iguales que el hombre. Por lo menos eso ya sería un progreso.
A muchos estudiosos de estos tópicos siempre les ha conmovido el hecho de que la dominación masculina estuviera tan extendida, de ahí que tuviera rasgos casi naturales. Siempre fue así, así que nada tendría que cambiar.
Reflexiones feministas para descargar
Pensar, en este caso como nunca, debe ser la manera de seguir adelante, de progresar, de cortar las cadenas y buscar un futuro más igualitario. q
La mujer no es un ser dependiente, no es objeto de nadie; sino simplemente un ser autónomo con los mismos derechos y obligaciones.
El patriarcado existe y seguirá existiendo. Es una autoridad tan omnímoda que hasta en lo pequeño se ve.
Las mujeres no tiene por qué ser mártires, chivos expiatorios o alguna figura similar. Tienen que contar con las mismas obligaciones y derechos que el hombre, en una situación de igualdad.
Las mujeres podrán tener al final de estar larga lucha, casi un componente crístico: redimir a la humanidad, sobre todo al hombre, a partir de su buen accionar, uno que perdone la sempiterna violencia masculina.
Si ella debe ser superado, ella debe ser mejor. Tal vez esa tenga que ser la posición de la mujer a futuro.
La lucha es variada y quienes la realizan también. No hay un estereotipo de feminista, así como existen múltiples feminismos.
No utilicemos siempre para glorificar a la mujer atributos que desgraciadamente son coto reservado para ellas por el machismo. Siempre la crítica debe ser superadora, portentosa, dejar en evidencia la realidad.
Lo que más desquicia a la razón en estas cuestiones es que, al fin y al cabo, hablamos de arbitrariedades impuestas. Todo es cultural; por ende se puede modificar, buscar formas más igualitarias. El entuerto radica cuando todo se naturaliza: ahí adquiere lo particular propiedades de absoluto.
Pensar a la mujer debe ser un deber tanto en el hombre, como en en ellas. Siempre y cuando busquemos un sitio de igualdad.